Ingeniería Mundial
  • Register

La herencia de Dolly, 20 años después

Eran aproximadamente las 16.30 horas (horario británico) del día 5 de julio de 1996. John Bracken, uno de los técnicos encargado de los animales en el Instituto Roslin de Edimburgo, se dio cuenta de que la oveja estaba a punto de parir y llamó inmediatamente a los veterinarios de la Real Escuela de Veterinaria local. «Aunque entre mi colega Douglas McGavin y yo sumábamos más de 50 años de experiencia, no hubiera importado lo más mínimo si hubiéramos decidido atender el parto y algo hubiera ido mal», reconoce Bracken en vísperas del 20 aniversario del nacimiento de la oveja Dolly. Demasiada responsabilidad, si todo iba bien aquel animal se convertiría en un hito científico que pasaría a la historia de la investigación. Se trataba del primer mamífero clonado a partir de una célula adulta, en concreto de una célula de las glándulas mamarias de una oveja de la raza Finn Dorset, muy habitual en Escocia.

Y llegar a ese momento, a las 16.30 horas del 5 de julio de 1996, no fue sencillo. La técnica que utilizaron los investigadores del Instituto Roslin, liderados por Ian Wilmut, se conoce como transferencia nuclear. De forma resumida, consiste en extraer el núcleo de una célula no sexual -la parte que contiene la carga genética, el ADN ordenado en cromosomas que los seres vivos heredamos a partes iguales de nuestros progenitores- e insertarlo en un óvulo desprovisto previamente de su propio núcleo. Algo que ya se había logrado con anterioridad en anfibios, pero utilizando células procedentes de embriones. Wilmut y su equipo lo lograron por primera vez utilizando una célula de un individuo adulto.

Hicieron falta 277 intentos para conseguir 29 embriones. Todos ellos se implantaron en hembras y todos excepto uno fueron abortados, algunos incluso antes de desencadenar un embarazo. Lo cierto es que en aquel momento parecía imposible que el núcleo de una célula adulta pudiera ser reprogramado para desarrollar un mamífero superior durante todas las fases de su desarrollo. Y Wilmut y sus colaboradores no parecían los investigadores mejor dotados para alcanzar un logro de ese calibre. El propio Wilmut se lo reconocía en aquel entonces a su colaboradora Angelika Schnieke: «Me quedaría muy sorprendido si funcionase, pero PPL [una compañía biotecnológica británica] está pagando por los experimentos, así que nosotros los hacemos», cuenta Schnieke a la revista Nature. Pero uno de aquellos embriones se desarrolló y aquel día 5 de julio de 1996 dio lugar a Dolly, bautizada así en honor a la cantante de country de grandes pechos Dolly Parton, tras una broma de un miembro del equipo de Wilmut por el hecho de que la célula hubiera sido extraída de las mamas de una oveja.

El hallazgo parecía abrir la puerta al control del ser humano sobre el ADN y prometía grandes avances biomédicos o en el campo de la infertilidad. Para otros era el inicio de una nueva era en la que se podrían clonar seres humanos con cualquier tipo de finalidad. Pero nada de eso ocurrió.

La promesa biomédica

Dolly sentó las bases prácticas y creó un estado de opinión. «Fue un avance muy importante, pionero en lo que luego se ha llamado reprogramación celular. Pero no es la revolución que parecía entonces», asegura a este diario José López Barneo, catedrático de Fisiología Médica de la Universidad de Sevilla. No obstante, todo indica que Wilmut y su equipo no sabía demasiado bien lo que estaba haciendo, algo que sí describieron -y les valió el Premio NobelShinya Yamanaka y el biólogo John Gurdon años después cuando descubrieron la reprogramación de una célula adulta para obtener células madre capaces de convertirse en cualquier célula especializada, una técnica conocida como iPS (siglas de Células Madre Pluripotenciales inducidas). «Pero tuvieron la osadía de hacerlo, y les salió bien», opina López Barneo.

A pesar de lo que prometía la técnica en aquel momento en la lucha contra enfermedades, tratamiento de la infertilidad, medicina regenerativa, etcétera, lo cierto es que la técnica aún no ha encontrado una aplicación directa en medicina. De hecho, con la aparición de las iPS parecía que las células embrionarias ya no tendrían utilidad. Algo que no ha sido del todo cierto, ya que no se termina de afinar la técnica para definir por completo el tipo celular que se desea producir mediante iPS, razón por la cual la clonación y obtención de células madre embrionarias no se ha abandonado. «La traslación médica ha ido más lenta de lo que se pensó y aún está por ver su aplicación real en medicina, pero eso es muy habitual en investigación biomédica», explica López Barneo.

«Dolly fue el camino difícil, pero abrió la posibilidad del uso científico de células madre embrionarias», opina Carlos Simón, director científico del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) y catedrático de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Valencia. «Sin la clonación, no se hubiera producido el avance de Yamanaka», dice.

Para Simón, uno de los mayores valores del hallazgo fueron las puertas conceptuales que abrió. «A veces hay tangibles que no son resultados aplicables, sino el conocimiento que genera un avance científico los escalones que han permitido ascender hasta llegar a otras técnicas que están revolucionando la medicina», afirma Simón. «Lo cierto es que contribuyó a crear un estado de opinión y sentó las bases prácticas para la reprogramación», opina López Barneo.

El anuncio, hecho público en 1997 con su publicación en la revista Nature, despertó un revuelo mediático internacional y puso sobre la mesa el debate sobre la ética de la investigación con embriones. Para Carlos Simón, un debate necesario, pero que sólo tiene una vía de solución: «Vetar el conocimiento es lo peor que se puede hacer. Impedir un avance científico por cuestiones éticas o religiosas es un error. Prohibir no es solución alguna, regular es lo correcto», asegura.

Carne clonada

El debate sobre el consumo de productos de animales clonados. Dolly envejeció prematuramente. Sufrió artritis y desarrolló una enfermedad pulmonar, antes de ser sacrificada en 2003. La opinión pública ha mostrado sus reservas y en Europa, aunque no está prohibido, nadie ha pedido autorización para comercializar productos de animales clonados o de su descendencia. No obstante, la Food and Drug Administration (FDA) de EEUU autorizó en 2008 su comercialización argumentando que eran «tan seguros como los de los animales convencionales».

Como se trata de una técnica muy cara -más de 10.000 euros por animal- el objetivo no es disponer de clones para comercializar su carne, sino para mejorar la raza. «Dolly se murió antes de lo que le tocaba, pero en animales de granja clonados se ha comprobado que no hay un problema de envejecimiento acelerado», explica Carlos Simón. Para quien no existe problema alguno con el consumo de carne procedente de animales clonados y quien compara el debate con el de los transgénicos. «No le veo mayor problema a consumir animales clonados. No hay diferencia entre un animal clonado y uno que no lo sea. No tiene nada de malo ni puede producir enfermedades», asegura.

La mascota eterna

Hay empresas que clonan animales de compañía por encargo. Quizá la única aplicación directa junto con la clonación de animales ejemplares de producción ganadera, sea la de clonar mascotas. «La técnica sólo se usa para casos muy concretos de animales de producción ganadera con características especiales o incluso mascotas. Ha quedado para eso», opina Carlos Simón. Por algo menos de 100.000 euros, diversas compañías coreanas y estadounidenses, por ejemplo, ofrecen copias exactas de los animales de compañía favoritos de millonarios. Pero también de los perros de trabajo más especiales. Quizá la clonación más famosa fue la de Trakr, el perro policía que descubrió al último superviviente del ataque del 11 de septiembre de 2001 a las torres gemelas de Nueva York.

 

Fuente: Martes 06 de Julio del 2016 - http://www.elmundo.es/

"El robot más avanzado es menos autónomo que una cucaracha"

 

 

Llevamos décadas imaginando tanto las bondades como las maldades que podrán llevar a cabo los robots. La ciencia-ficción y su impregnación en la cultura popular han ayudado a ello y para muchos es difícil no creer que en un futuro a medio-largo plazo nuestras ciudades no estarán plagadas de autómatas humanoides con los que interactuaremos, incluso a nivel emocional, prácticamente de igual a igual.

Las impresionantes imágenes que nos llegan de varios de los modelos más avanzados que se están desarrollando en estos momentos o que lo han hecho a lo largo de los últimos años, como el Atlas, de Boston Dynamics, también han propiciado este sentir más o menos generalizado.

El físico investigador de la Universidad Politécnica de Madrid José Antonio Villacorta Atienza ha desechado por completo esta posibilidad y ha dado un baño de realidad a quien pensase que de aquí a un tiempo compartiría su vida con personajes como los que aparecen en relatos como '¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?'-'Blade Runner'.

"El robot más avanzado es menos autómata que una simple cucaracha", ha llegado a asegurar esta mañana durante la celebración del Curso de Verano de la Universidad Complutense '¿Hay futuro para los robots en nuestra sociedad?'.

Para Villacorta "no parece plausible que en un futuro vayan a aparecer robots de forma autónoma, natural y productiva". "No va a haber nunca robots como los que esperamos. Lo más realista es pensar que tendremos máquinas más o menos autónomas con un rango de aplicabilidad muy limitado", ha asegurado.

Este investigador desarrolla desde hace varios años un robot capaz de esquivar obstáculos y que, como pretenden sus creadores, pueda detectar las emociones-intenciones de los humanos y actuar en base a ello. El proyecto está dirigido por el matemático Valeri Makarov, presente en la conferencia, y coordinado por el propio Villacorta, que ha desgranado por puntos todos los problemas por los que cree que los robots no podrán desarrollar consciencia ni poseer sentimientos. "El único robot que vais a ver en vuestras casas va a ser el aspirador", ha bromeado antes de enumerar los motivos.

No existe un 'cerebro' común

"En neurociencia existe un cerebro común, en robótica no. No tenemos la posibilidad de saber cómo de bueno es lo que hacemos porque no se hacen protocolos de evaluación, comparación y normalización de objetos. La mayor parte del trabajo en robótica está superfragmentado, no existe algo donde converger", ha asegurado, en referencia a la incertidumbre de si la investigación en aras de crear una mente artificial resultará satisfactoria.

Problemas etico-morales

Ya nos podemos ir olvidando de Terminator y androides similares en la vida real, según Villacorta."Si hablamos de que un robot se pueda volver pensante y atacar, no es ese el peligro. Lo es que los humanos puedan acabar con otros humanos a través de los robots", explica el físico, que advierte de cómo la tecnología armamentística cada vez está creando más desafección hacia la víctima: "Crear una máquina que mate está al alcance de la mano. Alguien puede matar a una persona con un dron como si fuese un videojuego e incluso hay un software que permite identificar a una persona concreta y ejecutarla".

Villacorta considera que los problemas éticos y morales ya se están planteando en otros campos más allá del bélico. Como ejemplo ha puesto el de los vehículos autónomos, de los cuales se prevé que comiencen a circular en unos cuatro años, y sobre los cuales, ha recordado, la revista Science ya lanzó una pregunta a sus lectores a este respecto: "¿Comprarías un vehículo autónomo que elige matarte para salvar a otros o permitirías que te salvase a costa de la vida de otros?".

La dificultad de regular las acciones de los robots

Para dilucidar de quién es la culpa cuando un robot realiza una acción perjudicial para el ser humano la clave son las aseguradoras, según Villacorta, que asevera que la Ley ya se está preparando para regular estos planteamientos en el caso de los citados coches autónomos. "La responsabilidad se dirimirá en términos de probabilidades de cada persona implicada. El coche salvará a aquellos con mayor capacidad de sobrevivir", ha afirmado. Para el físico, el comportamiento de los robots autónomos en situaciones complejas también se legislará "en base a la opinión de las aseguradoras".

La programación, otro obstáculo

"Cualquier cosa que se haga hoy en día en tecnología no funciona bien por culpa de la programación. Por ejemplo, un móvil hace varias cosas muy diferentes, pero una aplicación tarda en abrirse tres minutos. Hace años, cuando los móviles eran más sencillos, esto no ocurría", ha afirmado Villacorta, que ha sintetizado a este respecto que "a la tecnología le pedimos que haga cosas muy complejas, pero las que le pedimos no las hace muy bien. Uno de los pocos ejemplos positivos es la aviación civil".

Mente, cognición y sentimientos

Para el físico de la Universidad Politécnica, esperar que un robot tenga una mente parecida a la de los humanos "no tiene ningún sentido, al menos en cientos de años". "Los robots no tienen cognición, no son capaces de entender lo que sucede", explica Villacorta, que recuerda que "la mente es mucho más que eso" y abarca "motivación, curiosidad, intuición, imaginación y creatividad". En este sentido aseguró que, siendo el cerebro humano "el sistema más sofisticado conocido, se estima que el 30% falla o ha fallado alguna vez", evidenciado así la enorme dificultad de reproducir algo similar y que además funcione y mantenga el valor del producto.

Respecto a los sentimientos, indicó que para un robot no será necesario tenerlos, aunque sí detectarlos para que tomen decisiones "lo más parecido a las humanas". Sobre la consciencia, el último de los puntos de la conferencia, Villacorta afirmó que "el problema fundamental es que no hay ni una definición operacional de consciencia" con la que saber qué es lo que hay que tratar de implantar exactamente en la máquina.

¿Y si la tuvieran? Para el físico, "si tuviesen consciencia, podrían saltarse su programación y sus limitaciones. Esto podría conducir a que alterasen o incluso se saltasen las leyes de la robótica (de Isaac Asimov) y pudieran dañar a los humanos". Algo que parece poco probable, a tenor de la opinión tajante de Villacorta sobre este asunto: "No vamos a llegar a esto ni borrachos".

 

Fuente: Martes 06 de Julio del 2016 - http://www.elmundo.es/

La sonda espacial Juno entra en la órbita de Júpiter

El año pasado fue Plutón y este verano le ha tocado el turno a Júpiter. La sonda espacial de la NASA Juno ha entrado en la órbita del mayor planeta del Sistema Solar para investigar con sus nueve instrumentos cómo se originó, su estructura interior, la composición de su atmósfera, su campo magnético y sus auroras.

Tras cinco años de viaje, Juno entró en la órbita del planeta a las 23:53 del lunes 4 de julio en la costa este de EEUU (5.53 del martes 5, hora peninsular española), según informó la agencia espacial estadounidense, que retransmitió las maniobras a través de internet. Instantes después, los científicos y responsables de la misión en el Jet Propulsion Laboratory, en Pasadena, California, aplaudían y celebraban el éxito de esta primera fase de la misión en Júpiter.

"El Día de la Independencia siempre es algo para celebrar, pero hoy podemos añadir al cumpleaños de EEUU otra razón para estar contentos", declaraba orgulloso el director de la NASA, Charles Bolden, tras la confirmación de que la nave ya orbitaba el planeta. El también ex astronauta sacaba pecho en el Día Nacional de su país: "¿Qué hay más estadounidense que una misión de la NASA yendo audazmente a un lugar donde no ha ido ninguna nave espacial?", se preguntó.

Y es que, aunque en el pasado ha habido otras sondas que han estudiado Júpiter (la Pioneer 10 en 1973, las Voyager en 1979, la Galileo entre 1995 y 2003 y la New Horizons cuando se dirigía a Plutón) ninguna se acercará tanto como Juno.

"Con Juno investigaremos los aspectos desconocidos de los cinturones de radiación de Júpiter para indagar no sólo en el interior del planeta, sino averiguar cómo nació y cómo evolucionó todo nuestro sistema solar", añadió Bolden.

A las 23:18 del lunes 4 de julio (5:18 del martes en la Península), Juno encendió su motor principal para reducir su velocidad hasta los 542 metros por segundo para ser atrapado por Júpiter. La maniobra para entrar en la órbita del planeta duró 35 minutos, como habían previsto los científicos que dirigen la misión de la NASA desde Pasadena (California).

La señal enviada desde Júpiter tardó 48 minutos en llegar a la Tierra. Las que confirmaron que la sonda había logrado entrar en la órbita joviana fueron recibidas a través de las estaciones de California y Canberra de la Red del Espacio Profundo de la NASA.

"La nave espacial funcionó perfectamente, lo que es algo bueno cuando estás operando un vehículo con 2.700 millones de kilómetros en el cuentakilómetros",señaló Rick Nybakken, responsable de la misión Juno en el JPL. La nave es alimentada por la energía solar que almacena en las 18.698 celdas solares de última generación repartidas por sus tres grandes paneles. Y es que la órbita de Júpiter está cinco veces más lejana del Sol que de la de la Tierra, por lo que, según la NASA, recibe 25 veces menos luz solar que nuestro planeta.

"Es la primera vez que no me ha importado pasar la noche del 4 de julio encerrado en una habitación sin ventanas", bromeaba Scott Bolton, investigador principal de la misión Juno y científico del Southwest Research Institute de San Antonio.

20 meses explorando Júpiter

 

A partir de ahora, la nave Juno, que fue lanzada el 5 de agosto de 2011, completará 37 vueltas alrededor del planeta a lo largo de 20 meses. Según detalló Bolton, oficialmente la fase para recoger datos científicos comenzará en octubre aunque van a intentar recopilar información antes para aprovechar al máximo el tiempo que estará explorando el planeta.

Cuando acabe, el 20 de febrero de 2018 terminará la misión de forma espectacular, precipitándose hacia el interior del planeta y autodestruyéndose, al igual que hizo la sonda Galileo en 2003.

Con estas maniobras suicidas los científicos pretenden evitar que estas naves puedan caer en la luna Europa y contaminarla, pues este satélite es uno de los lugares con más posibilidades de albergar vida.

Esta es la primera vez que una sonda orbitará los polos de Júpiter, por lo que esperan que proporcione nuevas respuestas a los misterios sobre su núcleo, composición y campo magnético.

La sonda estadounidense será también la primera en observar lo que hay debajo de las densas nubes del planeta, por eso la misión lleva el nombre de la diosa Juno, hermana y esposa de Júpiter, que según la mitología romana, podía ver a través de las nubes y descubrir las infidelidades de su esposo.

De manera simbólica, en la nave viajan tres figuritas Lego. Una representa a Júpiter, el dios romano; otra a Juno y la tercera a Galileo Galilei, el astrónomo italiano que descubrió cuatro lunas de Júpiter ( Ío, Europa, Ganímedes y Calisto) a principios del siglo XVII. Un guiño de la NASA a los más pequeños para fomentar que se interesen por el espacio y la tecnología.

 

Fuente: Lunes 05 de Julio del 2016 - http://www.elmundo.es/

'Si hay vida realmente inteligente en otro planeta, no tendrá interés por contactar con nosotros'

 

Los astronautas están acostumbrados a que les pregunten por los extraterrestres y buena parte de las consultas que los ciudadanos envían a la NASA están relacionadas con ellos. Averiguar si estamos solos o si, por el contrario, hay otros planetas que alberguen civilizaciones inteligentes es un asunto que intriga a muchas personas y que el cine ha explotado en numerosas películas. Así que en un festival divulgativo como Starmus, donde se dan cita prestigiosos astrofísicos, astronautas y cosmonautas, no podía faltar un debate sobre las probabilidades de que haya vida fuera de la Tierra. Y si la hay, de la conveniencia de intentar localizarla, claro. La segunda jornada de este certamen científico que se celebra en Tenerife puso cara a cara a los astrofísicos estadounidenses Neil deGrasse Tyson yJill Tarter, mucho más entusiasmada que su colega por averiguar si existen los alienígenas.

¿Vieron la película Contact? Pues el trabajo de Eleanor Arroway, la investigadora del SETI (el Instituto para la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre) que interpretaba Jodie Foster, está basado en buena parte en el que en la vida real realizaba Jill Tarter. Mediante las antenas instaladas en Mountain View, California (EEUU), intentan captar señales procedentes de otros planetas. De momento, que se sepa, sin ningún resultado.

Los astrofísicos partieron de algunas declaraciones sobre los extraterrestres manifestadas por el mediático astrofísico Stephen Hawking, al que se rinde homenaje durante el festival. Entre ellas, la de alertar sobre los riesgos de intentar contactar con otra civilización inteligente... no vaya a ser que lo logremos. Y es que el astrofísico británico recuerda que no sabemos qué intenciones tendrán respecto a nosotros. Tarter recordó que "Stephen tiene fama de pesimista" y "asume que los extraterrestres se comportarían del mismo modo que nosotros, basándose en un espejo de la conducta humana en la actualidad".

Neil deGrasse Tyson, sin embargo, cree que la civilización humana ha ido mejorando y es menos violenta que hace siglos, "cuando había guerras continuamente". "Creo que hay esperanza en la evolución cultural. No sólo sobre cómo nos tratamos los unos a los otros en la Tierra, sino cómo podría ser esa supuesta relación de los humanos con los extraterrestres y de ellos hacia nosotros", afirmó el astrofísico, autor de una decena de libros de divulgación.

"Otro aspecto positivo es que si existe una civilización realmente inteligente, no tendría interés por contactar con nosotros", afirmó Tyson. "Es como si ves a un gusano por lo calle, no piensas en si puedes comunicarte con él. Quizás lo pisas, pero no vas a pisar a todos".

Pese a esta posibilidad, el astrofísico estadounidense, que en otros aspectos ha investigado la evolución estelar y la estructura de las galaxias, cree que es preferible no saber nada de extraterrestres: "Temo el día en que lleguemos a conocer una especie así". Tarter, sin embargo, manifestó su deseo de "conocer lo que ha ocurrido en el Universo". Una tarea a la que la ex directora del Centro de Investigación del Instituto SETI ha dedicado buena parte de su carrera.

Colonizar otros planetas

No es la única declaración reciente de Hawking sobre la vida en otros planetas. El británico considera imperativo que los terrícolas nos convirtamos en una especie interplanetaria si queremos sobrevivir a las múltiples amenazas que nos acechan. Y como es habitual, dice Neil deGrasse Tyson, él también ha tenido que dar su opinión: "Cada vez que Hawking dice cualquier cosa en Cambridge, la prensa lo recoge y a continuación me llaman a mí para que comente lo que ha dicho. Voy a tener que pedirle tiempo para prepararme las respuestas", bromeó el científico neoyorquino, que en EEUU es toda una celebridad y ha asesorado al Gobierno en políticas relacionados con la exploración del cosmos y la industria aeroespacial.

Pues bien, a Neil deGrasse Tyson no le entusiasma la idea de colonizar otros planetas (se da por hecho que iríamos a Marte, no a Venus, por ejemplo ): "Carl Sagan también era partidario de esto. Sobre el papel, lo de ser una especie interplanetaria está fenomenal porque no te juegas todo a una carta y de esa forma consigues que la especie sobreviva si hay una catástrofe. Pero en la práctica es poco realista. Por ejemplo, si conseguimos que Marte sea un paraíso y mandamos allí a la mitad de población, y luego cae un asteroide a la Tierra, ¿no nos va a importar que mueran 4.000 millones de personas?", se preguntó entre risas. En su opinión, será mucho más provechoso -y hará falta mucho menos esfuerzo- averiguar cómo desviar un asteroide o combatir un virus que pueda amenazar a la Humanidad que enviar gente al planeta rojo. "Tenemos que protegernos a nosotros mismos", aseguró.

No todo fueron discrepancias. Neil deGrasse Tyson (57 años) y Jill Tarter (72 años) coincidieron en alabar la preparación que, en su opinión, tienen los jóvenes y su esperanza en que sepan aprovechar las posibilidades de la ciencia para lograr que nuestra civilización perdure mucho tiempo: "Normalmente son los adultos los que se preocupan por el futuro del mundo porque no se fían de las generaciones siguientes. Pero la generación en la que más confío es la de los jóvenes, ya sea para cuestiones relacionadas con el cambio climático o si estamos solos en el Universo. Lo único es que aún no tienen la edad suficiente para estar al mando", señaló Tyson. Es la generación exoplaneta, como dice él, pues el primer planeta fuera de nuestro sistema solar fue descubierto en 1992. ¿Habrá vida en alguno de ellos?

 

Fuente: Martes 06 de Julio del 2016 - http://www.elmundo.es/

Suiza estrena un túnel que bate todos los récords

La inauguración del nuevo túnel ferroviario de base de San Gotardo, ubicado en el sur de Suiza, batió ayer dos récords de manera simultánea y se convirtió en el más largo y más profundo del mundo.

Se estima que el inicio de la explotación comercial plena de este nuevo túnel se dé desde el 11 de diciembre próximo.

Foto: AFP

Se estima que el inicio de la explotación comercial plena de este nuevo túnel se dé desde el 11 de diciembre próximo.

Tiene una longitud de 57,1 kilómetros y una profundidad máxima por debajo de la roca de 2.300 metros, una proeza técnica que requirió de 17 años de trabajos. La máquina perforadora que se utilizó para realizar el túnel es tan larga como cuatro campos de fútbol juntos, y prácticamente la totalidad de los 28,2 millones de toneladas de piedra excavada se han podido reutilizar.

Una parte fue transformada en hormigón para el propio túnel y otra sirvió para la realización de otras obras en la misma región. Para el nuevo túnel se instalaron 290 kilómetros de vía y 380.000 traviesas, entre otros elementos.

Las obras ocuparon a 2.400 obreros repartidos en tres turnos durante las 24 horas del día y siete días por semana, quienes tuvieron que soportar temperaturas de hasta 50 grados centígrados debajo de la tierra. En total, considerando pasillos y galerías de ventilación y de seguridad, la extensión de la obra es de 152 kilómetros.

El nuevo pasaje ferroviario permitirá la circulación diaria de 325 trenes, de los que unos 260 podrán ser de carga y 65 de pasajeros. Los primeros podrán alcanzar una velocidad máxima de 160 kilómetros por hora, mientras que los segundos circularán a una velocidad media de 200 kilómetros.

Esta nueva vía ferroviaria adicional a los existentes túneles de San Gotardo (uno de circulación vial y otro de circulación ferroviaria) empezó a funcionar ayer en periodo de prueba, lo que incluye recorridos de rodaje, el paso de los primeros trenes comerciales y de aquellos previstos como parte de las festividades por su inauguración.

Desde octubre del 2015 se han venido haciendo cerca de 300 recorridos de prueba. El inicio de la explotación comercial plena está previsto para el 11 de diciembre próximo. Como comparación, el túnel de San Gotardo de circulación vial, que une desde 1980 las localidades suizas de Göschenen y Airolo a través de los Alpes, tiene una longitud de 15 kilómetros y es utilizado cada año por cinco millones de carros y 900.000 camiones.

En cuanto al antiguo túnel ferroviario, que se extiende por 17 kilómetros y opera desde 1882, el nuevo conducto discurre por debajo de este. El túnel de base de San Gotardo fue ideado por primera vez en 1947 por el ingeniero y planificador de transportes suizo Carl Eduard Gruner y su realización costó más de 12.000 millones de francos suizos, unos 11.000 millones euros.

EFE

 

Fuente: Jueves 30 de junio del 2016 - EFE /

Conoce más sobre mi

conocemas

cuento

 

JUEGOS

Denuncias Públicas

denuncias

Consultor Internacional

consultor

Sociedad Colombiana de Topógrafos

sct

Ingeniería Mundial y Geomática

ingenieria

Cosas que no entiendo

cosas

Invitaciones

invitaciones

Mis Acciones en la SCI

SCI ACC

Recomendados del mes

recomendado

palilibrio