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Viceministro Técnico Ministerio de Hacienda y Crédito Público Febrero 2019
El Presidente estadounidense Barack Obama ha asegurado este martes que ve posible enviar misiones tripuladas a Marte en un plazo menor de 15 años. Asegura que trabajará con empresas privadas para "construir nuevos hábitats que puedan albergar y transportar astronautas en misiones de larga duración al espacio profundo".
"Le hemos puesto un claro objetivo vital al siguiente capítulo de la historia de Estados Unidos en el espacio: enviar seres humanos a Marte antes del año 2030 y devolverlos sanos y salvos a la Tierra, con el objetivo principal de que algún día puedan permanecer allí más tiempo" ha dicho Obama en un artículo de opinión para la página web de la CNN.
Los comentarios de Obama surgen de una reunión planificada por la Casa Blanca en Pittsburgh esta semana destinada a grupos de científicos, estudiantes y otras personas que realicen esfuerzos para desarrollar el mercado comercial espacial, apunta el artículo.
Mientras las compañías privadas todavía están trabajando en misiones del espacio, incluida la Estación de Espacio Internacional, los humanos aún tienen que viajar a Marte, el vecino de la Tierra a 35 millones de millas (56 millones de km) del punto más cercano en la órbita, apunta la NASA. Como la Tierra, el llamado planeta rojo tiene estaciones, y en 2012 una misión de la NASA encontró que alguna vez albergó vida microbiana de acuerdo con la agencia espacial americana.
Se tardaría nueve meses en llegar al planeta, dependiendo de la velocidad del cohete, dijeron algunos expertos de la NASA. Con viaje de alta velocidad unos 130 días.
Han pasado décadas desde que Estados Unidos envió astronautas a la luna en 1969. Y los esfuerzos para financiar el programa espacial han sucumbido ante las preocupaciones sobre el gasto público del Gobierno y las prioridades fiscales.
Fuente: Jueves 13 de Octubre del 2016 - http://Elmundo.es/
El ministro del Posconflicto, Rafael Pardo, indicó en Barranquilla durante su participación en el foro 'Pensando el siglo XXI' que el Gobierno está adelantando la licitación para el programa de catastro rural que ayudará a conocer quiénes son los propietarios de la tierra en el país.
Aseguró que con este programa se busca identificar a los propietarios y a los campesinos que la trabajan sin poseerla, para facilitarle créditos que permitan el desarrollo de proyectos productivos
"En todos los dos millones y medio de predios rurales que pueda haber, se hará un ejercicio para que haya una certeza sobre la propiedad rural. Quien no tiene propiedad, y está trabajando la tierra, no tiene acceso a crédito. Tiene difícilmente acceso a crédito. Por lo tanto, la certeza en la propiedad de la tierra es uno de los elementos fundamentales", comento el ministro Pardo.
Indicó que durante septiembre se va a conocer el resultado de la primera licitación, para poder avanzar en esta inciativa.
Fuente: Por: BLU Radio
El mapa de la cobertura catastral en Colombia muestra vacíos enormes: Nariño, Vichada, Casanare y Caquetá, en general todos los teatros del conflicto, no cuentan con identificación de predios ni de sus linderos.
Eso dificulta el desarrollo económico de los territorios, facilita la legalización de predios obtenidos mediante la violencia o que son baldíos. Ni siquiera el Estado colombiano cuenta con un inventario de sus propiedades. Esta ausencia de conocimiento paraliza incluso las grandes inversiones que algunos grupos privados quieren adelantar en la Altillanura. Planeación Nacional sólo ha hecho un estudio sobre catastro e impuestos, y ni siquiera está colgado en la red.
El Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) tiene grandes falencias técnicas y de presupuesto que impiden que entregue una buena información sobre el valor de los predios. Mientras que la Superintendencia de Notariado y Registro tiene un presupuesto de medio billón de pesos, el IGAC no alcanza a $150.000 millones. Cuenta con un avión para hacer aerofotografía, pero lo alquila a terceros para completar su exiguo presupuesto y no para sus fines misionales. Sus funcionarios están mal pagos y no cuentan con suficiente capacitación para hacer bien su tarea. A los municipios les cobra por elaborar sus catastros, y a estos no les resulta rentable adelantarlos. En 2014, el catastro descentralizado que llevaron a cabo Bogotá, Antioquia y Cali recaudó el 62 % de los impuestos prediales del país, mientras que el IGAC hizo la cobertura para el resto del territorio. El predial promedio del sistema descentralizado fue de $560.000, mientras que el del IGAC fue de $200.000; aunque hay diferencias de riqueza, estas no explican la diferencia tan grande.
El atraso de los avalúos en el resto del territorio se extiende por más de 20 años, impidiendo que sus municipios puedan contar con ingresos suficientes. Pero su problema mayor es que los grandes propietarios que pueden pagar altos impuestos controlan los concejos municipales, que dictan la normas y tasas del predial. Tal situación favorece a todos los propietarios, grandes y pequeños: a nadie le interesa pagar impuestos, que son la base del progreso municipal. Por esa razón, el recaudo del predial lo debería hacer la DIAN, que contaría con la información catastral actualizada y cruzada con el registro que hace la Superintendencia de Notariado y Registro. Una vez cobrado el predial se le reintegraría al municipio, descontando los costos de su administración, tal como se hace en Chile.
El nuevo catastro debiera contar con modelos econométricos con que actualizar el avalúo anualmente con valores cercanos a los comerciales. Contar con una actualización automática ha permitido que Bogotá recaudara más de $2 billones en 2014 y $2,4 billones en 2016. Lo que muestran estos datos es que las ciudades no tienen problema a la hora de organizar su catastro y recaudar recursos, mientras que en el campo está todo por hacerse. Es por eso que el nuevo catastro debe focalizarse en avanzar la cobertura catastral rural y no combinarla con la urbana, que justificará no hacer ninguna.
Es necesario también que se consulte a la comunidad y a los vecinos de cada predio rural para evitar litigios, algo que no contempla el plan del nuevo catastro. Se hace imperativo que se condicione cualquier transacción inmobiliaria con la actualización de la cédula catastral y que el propietario pudiente pague por ella.
A diferencia de la convención del Partido Republicano, que si brilló fue por las fuertes disputas internas en torno al candidato Donald Trump y su visión oscura del país, la del Partido Demócrata, que empieza este lunes en Filadelfia, se perfila más como un evento histórico donde el partido nominará a la ex secretaria de Estado Hillary Clinton como la primera mujer en Estados Unidos que disputará la presidencia de la nación más poderosa del mundo.
Serán cuatro días de celebraciones adornadas con las figuras más prominentes de esta colectividad, al igual que estrellas de Hollywood y renombrados cantantes.
Mañana, los demócratas intentarán pegar primero con los discursos de la primera dama, Michelle Obama, y del senador Bernie Sanders, único pero fuerte rival de Clinton durante la ronda de elecciones primarias.
Ambos hablarán de la necesidad de “mantenerse unidos”, el tema fijado como eje para el primer día de la convención.
Todo un contraste con lo que sucedió la semana pasada, cuando el senador Ted Cruz, último rival de Trump en los comicios, se negó a respaldarlo durante su discurso en la convención republicana, postura que desató toda una tormenta de gritos, insultos y hasta amenazas de agresión física.
También serán llamativas las palabras de la señora Obama justo una semana después de que la esposa de Trump, Melania, plagiara frases de un discurso anterior de ella.
El martes se tomará el podio el expresidente Bill Clinton, muy popular aún entre los demócratas y quien dejará el terreno servido para la intervención el miércoles del actual presidente, Barack Obama, y el vicepresidente, Joe Biden.
A ellos, a lo largo de los días, se irán sumando muchas celebridades, como Katy Perry, Eva Longoria, Lady Gaga, Alicia Keys, Demi Lovato y muchas más.
“Mientras los republicanos continúan huyéndole a Trump, la convención demócrata tendrá a líderes prominentes del país, estrellas en ascenso y personas del común que son fuente permanente de inspiración”, decía, y con razón, el Comité Nacional Demócrata.
En el caso de los republicanos, ninguno de los dos expresidentes aún vivos (George H. y George W. Bush) o los dos últimos nominados del partido (John McCain y Mitt Romney) hicieron presencia en la convención, y ni siquiera le ofrecieron su respaldo.
Es más, quizá el momento más destacado de toda la convención fue el discurso de la hija de Trump, Ivanka, que dejó a muchos soñando en que ojalá fuera ella la candidata. Cuando le llegó el turno al magnate, este soltó una diatriba de casi una hora y media que muchos comentaristas y expertos en los principales medios de comunicación catalogaron de pesimista, oscura y apocalíptica.
“Su discurso de aceptación fue profundamente perturbador. Esta es la vigésima convención política a la que asisto –a lo largo de más de 30 años– y no puedo recordar una en la que el nominado fuera una persona tan resentida, furiosa y divisiva como lo fue Trump”, sostuvo David Gergen, analista político que ha trabajado en administraciones republicanas y demócratas.
Para Clinton, no obstante, no todo será color de rosa. Al menos no en el trasfondo.
Sanders, que ganó en 23 de los 50 estados y sumó 13 millones de votos (para Hillary fueron casi 17 millones), ha venido presionando para que se otorgue más espacio a su movimiento, tanto en la convención como en un futuro gobierno de Clinton.
Y por debajo de cuerda se conoce que sus simpatizantes han amenazado con boicotear la convención a través de protestas si sus desacuerdos no son tenidos en cuenta.
Entre tales diferencias, que Hillary eligiera un candidato a vicepresidente progresista, como los congresistas Sherrod Brown o Elizabeth Warren.
Hillary, sin embargo, nombró el viernes en la noche al senador por Virginia Tim Kaine, un demócrata de centro que, si bien es buena carta para las elecciones generales, no caerá muy bien en la base más liberal del partido. El jueves, sin embargo, el portavoz de Sanders dejó claro que el senador no será “el Ted Cruz” de la convención demócrata y afirmó que en su discurso de mañana insistirá en temas muy similares a los que empujó en un evento hace un par de semanas en Nueva Hampshire cuando ofreció su respaldo oficial a Clinton: cerrar la brecha entre ricos y pobres, cobrar más impuestos a los pudientes, elevar el salario mínimo, y demás temas de su agenda progresista y de izquierda.
De allí que será clave una reunión que sostendrá mañana en la mañana con los casi 1.900 delegados que obtuvo en las primarias y que están ahí para representarlo. El problema es que Sanders no controla muchas de esas fuerzas que ven en Hillary a una conservadora disfrazada.
“Hay algunos delegados electos que no votarían por Clinton en ninguna circunstancia. Incluso preferirían cambiarse al Partido Verde que darle su voto. Entre los seguidores de Sanders hay de todo un poco y eso se verá en la convención. ¿Al punto de hacerla fracasar o terminar en un circo como la republicana? No lo creo”, afirma Karen Bernal, una de las delegadas que estarán representando a California.
Pese a ello, los demócratas deben estar frotándose las manos. Aunque todavía no existen sondeos para medir el impacto de la convención en la popularidad de Trump, se da por descontado que a Hillary le irá mucho mejor; con todo y las posibles protestas de los seguidores de Sanders.
Para Geoffrey Sckely, de la Universidad de Virginia, quizá el único riesgo que corren los demócratas es que la convención termine siendo muy aburrida. “Para mal o para bien –afirma Sckely–, Trump siempre genera titulares. Lo de los demócratas se sentirá como una fiesta en comparación. El peligro para ellos es que muchos no se sientan invitados”.
Fuente:
SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
En Twitter: @sergom68